Los minutos pasan lentos.

Sigo aquí, tumbada en mi cama mirando cada minuto el reloj que me regalaste. Ahora mismo marca las 8:09... En realidad el tiempo me da igual desde que te fuiste, todos los minutos se hacen eternos. Que aunque parezca mentira sigo buscando tu olor en cada partícula de aire, sigo buscando tu mirada al girar en cada esquina, sigo buscando tus abrazos cada vez que me encuentro mal. Pero, ¿sabes? ya no están, se esfumaron. Se esfumó todo lo relacionado contigo hace ya bastante tiempo, todo, menos tu recuerdo, ese cada día invade mi mente, ese al que echo tanto de menos... Ese recuerdo, tu recuerdo.

Estoy volviendo a mirar el reloj, marca las 8:10. ¿Me crees ahora cuando te digo que los minutos se hacen años luz cuando tú no estás a mi lado?